martes, 4 de junio de 2013

Los 5 lo pasan estupendo

Las vacaciones de Pascua no empiezan todo lo bien que Jorge quisiera, ya que pasa los primeros quince días de las mismas encerrada en Villa Kirrin debido a una de sus conocidas torpezas incorregibles: decide bañarse durante el mes de abril en el mar, y se pone enferma por causa de la baja temperatura del agua en esa época del año.
Aún así, viendo la notable mejoría de su hija, tía Fanny accede a que ésta se reúna con sus primos en Faynights Castle, lugar en el que Ana, Julián y Dick se encuentran pasando unos días de descanso en unos viejos carromatos que les han prestado unos compañeros del colegio.
La decisión de dejar marchar a Jorge es reafirmada por su madre al descubrir que dos científicos amigos de su marido han desaparecido sospechosamente del país; Quintín estará furioso y es mejor que él y la niña se mantengan alejados ante tales circunstancias, para evitar posibles discusiones.
Al día siguiente de concederle tía Fanny permiso, Jorge llega a la estación de Faynights, donde le esperan sus primos. Los chicos se encuentran muy felices de estar otra vez los cinco juntos de nuevo, alegría que se ve agravada por la noticia que les da la amable dependienta de la lechería del pueblo: unos saltimbanquis acamparán en el mismo lugar que ellos.
El grupo confía en que pronto harán amistad con ellos, pero se equivocan; sus nuevos “vecinos” se muestran de lo más antipático. Tanto, que los muchachos piensan en volverse de nuevo para casa. Sólo una visita inesperada y un descubrimiento en una de las torres de Faynights Castle harán que los cinco cambien de opinión y permanezcan el resto de las vacaciones en este lugar.
Huele a aventura, y no pueden marcharse sin resolverla.

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